¡Bienvenidos una semana más! Hoy, desde Frenos Bolcaos vamos a hablar de por qué tiene sentido montar frenos de tambor en un coche eléctrico.
¿Qué es y por qué tiene sentido montar frenos de tambor en un coche eléctrico?
El freno de tambor es un tipo de freno por el cual la fricción es provocada cuando el par de zapatas hace presión sobre la superficie interior de un tambor giratorio, que está unido a la rueda o al eje.
Los frenos de tambor fueron inventados en 1902, por Louis Renault. Es un tipo de freno que, a día de hoy, no tiene el mismo uso que unos años atrás. Aun así, con la aparición de los coches eléctricos se van a volver a poner de moda en la fabricación de los frenos de los coches.
Los frenos de tambor se dejaron de utilizar en ciertos coches debido a su ventilación. En el momento en el que se sobrecaliente el freno deja de ser útil y, además pierde la fricción y dilata los materiales. Actualmente se siguen utilizando en las ruedas traseras de los coches de baja gama, debido a que los frenos traseros solo tienen que soportar un 30% del frenado, en comparación con los delanteros.
Diferencias entre los frenos de tambor y los discos de freno
La principal diferencia entre un freno de tambor y un disco de freno, es que los frenos de tambor están hechos en una estructura circular cerrada que se asemeja a un tambor, de ahí su nombre. En el interior de un freno de tambor tenemos un par de zapatas que giran a la vez que la rueda, por lo que cuando el conductor presiona el freno, se activa una bomba cuya función es llevar el líquido hidráulico hacía las zapatas. Gracias a los muelles, las zapatas presionan la superficie, provocando una fricción que hace que frene el vehículo.
Los discos de freno actúan de una manera similar, debido a que existe una pieza circular que gira acorde a la rueda, y otra pieza que provoca que se ha la fricción. En este caso, cuando se presiona el freno, al igual que en los anteriores frenos, también se desprende un líquido hidráulico que provoca que se junte la pastilla con el disco, generando la fricción. Los discos de freno tienen que cambiarse con el paso del tiempo, para que no pierdan su efectividad.
Los discos de freno son los más utilizados actualmente, aunque existen modelos de gama baja como hemos comentado antes, que siguen utilizando frenos de tambor, pero son coches que no sobrepasan el valor de los 18.000€. Sin embargo, en el nuevo coche eléctrico de Volkswagen, exactamente el ID 4, utiliza los frenos de tambor para las ruedas traseras, con la función de tratar de reducir la resistencia de rodadura, debido a que la mayoría de pastillas de freno suele rozar con los discos cuando el coche esta en movimiento. Los frenos de tambor es algo que no hacen, y pueden llegar a ofrecer un mayor rendimiento tras un largo tiempo de inactividad.
Diferencias entre el frenado de un coche eléctrico y un convencional
El freno de un coche eléctrico tiene la misma función que un coche convencional: que cuando el conductor pise el pedal del freno, el coche cumpla su función, y se frene el vehículo. Los coches eléctricos tienen un tipo de freno añadido, el freno regenerativo, el cual su función es almacenar y conservar la energía en la batería que se ha perdido durante el proceso de frenado.
El freno regenerativo provoca que el motor se ponga en espera cuando el conductor pisa el freno mediante un proceso de accionamiento por cable.
Su nombre se debe a que también actúa como generador, aparte de ayudar con la frenada, devuelve toda la energía utilizada en el proceso a las baterías. Su única desventaja es que no es un freno con tanta efectividad de frenado en frenados brucos o de emergencia.
Desde Frenos Bolca nos gustaría saber tu opinión sobre por qué tiene sentido montar frenos de tambor en un coche eléctrico. Esperemos que os haya gustado este nuevo artículo.
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